Desde la irrupción de la pandemia, la adopción de la tecnología se ha intensificado en todos los sectores, pero especialmente en el segmento de la salud. Los proveedores sanitarios y las entidades del sector han acelerado sus procesos de digitalización para adaptarse a los pacientes y las tendencias del futuro.

En este sentido, la preocupación por la salud individual y colectiva ha aumentado considerablemente. Una situación que ha propiciado la creación de distintas apps y startups de salud digital por parte del ecosistema tecnológico-sanitario, así como el auge de la telemedicina.

“La buena acogida de algunas apps y herramientas tecnológicas para monitorizar la salud individual son un buen ejemplo de que el sector sanitario se ha convertido en un mercado por el que apostar”, señala Albert Alsina, director de negocio del área de Health de ERNI Consulting España.

El desarrollo de apps de salud, un camino lleno de retos

Impulsar una app de salud digital conlleva múltiples desafíos. Entre ellos, garantizar la protección de los datos que recopilan. “Las apps que están diseñadas para hacer un seguimiento de signos vitales, monitorización del estado de salud o recordatorios de medicación, por ejemplo, pueden manejar grandes cantidades de información, por lo que se pone de relieve la necesidad de garantizar la seguridad y confidencialidad de esos datos”, comenta el experto, quien pone de relieve, en este contexto, la creciente importancia que está ganando la ciberseguridad como garantía de éxito en este tipo de proyectos.

Al tratamiento propio que las aplicaciones hacen de los datos recabados se le ha de añadir la complejidad del estricto marco regulatorio actual para garantizar su calidad. “Según el mercado en el que trabajemos, deberemos adaptarnos a una regulación u otra, pues no es igual comercializar un producto sanitario en mercados como el de China, Estados Unidos o un país de la Unión Europea”, detalla Alsina. Así, las empresas deberán mostrar su carácter resiliente para que sus productos estén adaptados a todos los mercados por los que han sido diseñados.

En última instancia es importante señalar el elevado coste de validar el propósito del producto y los ensayos clínicos para avalar científicamente su utilidad. En este sentido, la Unión Europea creó el programa EU4Health, que, entre otros objetivos, pretende dar respuesta a la transformación digital del sector salud.

Para hacer de este un proceso más fluido y llevadero, la recomendación desde ERNI es fomentar la colaboración entre los distintos agentes del ecosistema de la salud, desde grandes empresas hasta startups recién creadas y pasando por los proveedores de salud e incluso los pacientes. Este será, en definitiva, un elemento que puede marcar la diferencia entre el éxito de las soluciones digitales del futuro.

“Nos encontramos ante un entorno altamente complejo donde la exigencia será siempre máxima tanto en términos de calidad como de regulación. Para conseguir nuestros objetivos deberemos manteneros siempre por el camino de la apuesta por la innovación, la anticipación a posibles problemas y el fomento de colaboración entre organizaciones”, concluye.