Empresas Premium
La SEGG publica una serie de consejos sobre envejecimiento activo.
En estas fiestas la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recuerda que de los casi nueve millones de personas de más de 65 años que hay en nuestro país, más de dos millones viven solas, de las cuales el 73% son mujeres. Un dato nada esperanzador si no actuamos desde todos los frentes, potenciando el cuidado a los mayores y el respecto desde la escuela hacia su figura y rol dentro de la sociedad.
En palabras de Manuel Nevado, Vocal del Área Social de la SEGG: “lo que necesitan las personas mayores es hablar para sacar sus emociones a la luz. Las consultas de Atención Primaria están llenas de personas mayores que van al médico buscando que las escuchen y les presten atención”.
La soledad es fruto de múltiples factores como pueden ser la jubilación, la disminución de las relaciones laborales y sociales, la emancipación de los hijos o la pérdida de los cónyuges. Desembocando en situaciones de fragilidad y aislamiento que producen un progresivo deterioro anímico y físico, llegando incluso a construir una causa de muerte prematura. Además también puede producir depresión, problemas del sueño, aumento del riesgo de padecer alzhéimer y un incremento de la tasa de institucionalización. Situando a la soledad como un riesgo a la salud similar a los establecidos como factores de riesgo “clásicos”, como la obesidad o el colesterol.
Por este motivo la SEGG anima a todas las personas mayores a asumir su papel protagonista dentro de la sociedad, siguiendo los sencillos consejos sobre Envejecimiento Activo recogidos en el Manual de Recomendaciones para la Promoción de la autonomía personal y Prevención de la dependencia, entre los que destacan:
Para el año 2051, quince millones de personas serán mayores de 65 años, por lo que desde la SEGG instamos a ser conscientes del grave problema que supone la soledad en las personas mayores y la necesidad de ponerle remedio desde la sociedad en general y las instituciones en particular.