16 de octubre, 2025
< Volver

El informe “Deterioro cognitivo y demencia en mayores: situación en España, elaborado por la Fundación de Ciencias de la Salud, recoge que más de 1.500.000 personas podrían presentar algún tipo de demencia cognitivo en 2025.

La Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) ha celebrado un encuentro en el que ha reunido a periodistas y profesionales sanitarios con el objetivo de abordar el deterioro cognitivo y cómo informar sobre este problema de salud con rigor, sensibilidad y evitando la desinformación. El debate ha estado moderado por la periodista Patricia Matey y ha contado con la participación de los doctores Javier Olazarán, neurólogo especialista en la detección y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y Lorenzo Armenteros, miembro del grupo de trabajo de salud mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) quienes han compartido su experiencia clínica y han contestado a las preguntas sobre las causas, prevención y manejo del deterioro cognitivo.

El envejecimiento progresivo de la población española ha convertido el deterioro cognitivo y la demencia en uno de los principales retos sanitarios y sociales del siglo XXI, como recoge el informe “Deterioro cognitivo y demencia en mayores: situación en España”, elaborado por la Fundación de Ciencias de la Salud. Según el documento, más de 800.000 personas padecen algún tipo de demencia en España, y las proyecciones indican que esta cifra podría duplicarse para el año 2050.

Posibles causas del deterioro cognitivo

El deterioro cognitivo es una fase intermedia entre el funcionamiento mental normal y la demencia, pero no tiene una causa única. En algunos casos, los síntomas permanecen estables durante años o incluso mejoran, mientras que en otros pueden avanzar hacia una demencia o hacia el Alzheimer.

El doctor Javier Olazarán explica que “las personas que lo padecen suelen notar cambios en su memoria o en sus capacidades mentales, y es común que familiares o amigos cercanos también los perciban. Esta condición provoca dificultades en la memoria, el lenguaje y el juicio, pero normalmente no son lo suficientemente graves como para interferir de manera significativa en el día a día de los pacientes”

El sedentarismo, el consumo de alcohol o tabaco y la falta de estimulación mental son algunos de los hábitos que pueden desencadenar un deterioro cognitivo, así como el estrés crónico, la depresión o la ansiedad, al alterar los niveles hormonales y reducir la capacidad del cerebro para regenerar conexiones neuronales. Por otro lado, dormir bien es esencial para consolidar la memoria y reparar el tejido cerebral, por lo que la falta de sueño profundo o el insomnio crónico pueden considerarse otro factor desencadenante de desarrollar un deterioro cognitivo.  

La genética puede influir en la predisposición individual, pero no determina por completo el desarrollo de la enfermedad. “Los genes pueden aumentar la vulnerabilidad, pero los hábitos de vida saludables y el control de los factores de riesgo pueden modificar significativamente el pronóstico”, ha indicado el doctor Olazarán.

Los primeros signos de alerta

Los expertos advierten sobre la importancia de prestar atención a ciertos cambios en la memoria y el comportamiento que pueden ser indicativos de un posible deterioro cognitivo.

Como explica el doctor Armenteros “entre los síntomas más frecuentes que suelen pasar inadvertidos destacan los olvidos frecuentes, la desorientación temporal, la dificultad para concentrarse o la pérdida del vocabulario habitual”, e insiste en que detectar estos signos de manera temprana resulta clave para un diagnóstico precoz y una mejor calidad de vida de los pacientes y sus familias. Además, pueden aparecer alteraciones emocionales o de comportamiento, como depresión, ansiedad, irritabilidad o agresividad o falta de interés o motivación. Diferenciar entre un deterioro leve propio de la edad y una enfermedad como el Alzheimer requiere una valoración médica especializada.

Aunque la edad es claramente un factor desencadenante, a partir de los 45 años pueden empezar a deteriorarse la memoria, el razonamiento o la función cognitiva del cerebro, según un estudio publicado en el British Medical Journal, por lo que es importante prestar atención a los primeros signos de alerta sin tener en cuenta la edad del paciente.

¿Se puede prevenir?

Aunque el deterioro cognitivo no puede prevenirse por completo, algunas prácticas pueden favorecer la salud cerebral, como “evitar el consumo excesivo de alcohol o el tabaco, manteniendo hábitos de vida saludables en cuanto a alimentación, sueño y ejercicio, y ejercitando la mente con juegos, rompecabezas o actividades de memoria”, explica el doctor Armenteros. Se recomienda, además, tomar nutracéuticos que tengan un aporte adecuado en DHA y vitaminas del grupo B, vitamina D, selenio y luteína (las dosis que han demostrado efectos positivos sobre la cognición son 900 mg de DHA, 400 mcg de ácido fólico y 10 mg de luteína), ya que ayudan a mantener el funcionamiento normal del cerebro.

Aunque actualmente no existe una cura definitiva, un diagnóstico precoz y un abordaje multidisciplinar pueden frenar su progresión y mejorar la calidad de vida. La combinación de tratamiento médico, estimulación cognitiva, ejercicio físico y apoyo emocional resulta clave para mantener la autonomía durante más tiempo.

El encuentro ha servido para poner el foco, además, en la responsabilidad que tienen los medios de comunicación al tratar temas relacionados con la salud cerebral, en un momento en el que priman los bulos y la desinformación. “Hablar del deterioro cognitivo requiere combinar rigor científico y sensibilidad humana. Es fundamental que los medios contribuyan a una sociedad mejor informada y más empática con quienes lo padecen”, ha subrayado Patricia Matey, moderadora del debate, responsable de Cuidate+

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.