29 de octubre, 2021
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Aquellas personas que tengan que estar mucho tiempo tendidas en la cama debido a una dolencia, enfermedad, vejez, o por algún que otro motivo que les conlleve a tener movilidad reducida, pueden padecer de úlceras por presión o escaras.

Las escaras son un tipo de llagas que se producen por la presión que provoca el propio peso corporal. Evita que los nutrientes alcancen los tejidos, incluso podría llegar a matarlos. El daño empezará en la piel, se extenderá hasta el músculo y hasta podría llegar al hueso.

Aquí vamos a hablar de las medidas preventivas más eficientes para luchar contra las úlceras por presión.

¿Cómo prevenir las úlceras por presión?

1. Colchones antiescaras

Los colchones antiescaras están destinados a usarse por parte de personas que vayan a pasar algún tiempo inmovilizadas en una capa. Su objetivo es reducir la presión del cuerpo sobre los puntos de apoyo.

Están pensados para ajustarse a la mayoría de los tipos de cama. Incentivan la circulación de la sangre, por lo que no solo se trata de un método de prevención ante úlceras por presión, también agiliza la curación en el caso de que ya se hayan presentado.

Tipos de colchones Antiescara

Es posible encontrarlos en diferentes tipos que se clasifican en base al material de diseño. Estos son los materiales más habituales y sus principales características:

  • Espuma: los colchones antiescaras de espuma están concebidos para personas que sudan en exceso. Su principal particularidad es que ayuda a evaporar la humedad. Están pensados para que se pueda colocar sobre un colchón tradicional.
  • De agua: están diseñados con un material plástico que permite la introducción de agua caliente (a una temperatura de unos 37ºC). Al conseguir que el cuerpo flote levemente, los puntos de presión se reducen de manera notable. Además, gracias a que el agua que se añade está caliente, el paciente no tendrá frío.
  • De aire: suelen estar fabricados en cloruro de polivinilo, un tipo de material muy versátil. Integra un compresor eléctrico para hinchar los módulos de presión. Permite ir controlando el aire presente en cada una de las zonas, así que se pueden modificar los puntos de presión. El efecto será como si el paciente estuviera cambiando de postura.

2. Limpieza

Mantener unas condiciones de limpieza idóneas es fundamental para evitar la presencia de las temidas escaras. Tanto la cama, como el sillón o cualquier otro lugar de descanso debe estar debidamente limpio, seco, y libre de cualquier objeto que pueda afectar al confort del paciente.

Otro detalle del que no nos podemos olvidar son las arrugas. Una simple arruga en una zona de apoyo podría provocar una gran incomodidad en el paciente; incluso, podría ir a más produciendo úlceras de presión.

Esta es de las medidas de prevención más lógicas, pero conviene asegurarse de que se está siguiendo al pie de la letra.

3. Cambios de postura

Si el paciente no puede rotarse por sí mismo, habrá que prestarle ayuda. Es cierto que los colchones antiescaras ofrecen un determinado alivio a los puntos de presión, pero esto no quita que se tengan que hacer las rotaciones oportunas.

  • En el caso de que el paciente esté sentado, habrá que levantarlo (por lo menos, durante unos segundos cada hora) y alternar su inclinación lateral (izquierda o derecha).
  • Si el paciente está tumbado, habrá que cambiarle de posición cada 2 horas.

Es posible valerse de los cojines para evitar cualquier inclinación no deseada en el momento en el que queramos moverlo.   

4. Observación del estado de la piel

En el momento en el que se mueva al paciente habrá que prestar mucha atención al estado de la piel, sobre todo en los puntos de apoyo.

  • Es recomendable practicar un suave masaje aplicando algún tipo de crema hidratante recomendada por el facultativo.
  • Sin embargo, no se recomienda dar un masaje en las protuberancias óseas.

Si se detectase cualquier tipo de anomalía en la piel, pediremos ayuda médica de inmediato.   

5. Otros elementos para suavizar la presión

Es posible encontrar muchos productos ortoprotésicos destinados a reducir la presión sobre los puntos de apoyo.
Podríamos estar hablando de protectores para codos, talones, rodillas, almohadas o colchones especiales, etc.).

Todos estos elementos se complementarán a la perfección con el colchón antiescaras ya descrito.  

6. La importancia de seguir una dieta equilibrada

Entre las medidas preventivas contra las úlceras no se debe olvidar seguir una dieta equilibrada. Esta debe ser rica en minerales, vitaminas y proteínas. Al mismo tiempo, nos aseguraremos de que el paciente se está hidratando de la forma correcta.

En especial, se debe controlar la dieta en personas que padecen de problemas de índole gastrointestinal, depresión, pérdida de apetito, o cualquier otro tipo de trastornos que podría reducir la cantidad de alimentos que deberían estar ingiriendo, así como la calidad de los mismos.

Estas medidas de prevención evitarán que las úlceras se presenten para complicar más el estado de salud del paciente.

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