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El ‘V Mapa de Talento Sénior’, presentado por Fundación MAPFRE y su Centro de Investigación Ageingnomics, analiza la evolución del talento sénior en España entre 2019 y 2024, con proyecciones hasta 2029.
“Reconocer el talento más allá de estereotipos es justo, inclusivo y beneficioso para la actividad productiva”, destacó Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, durante la presentación del informe.
En los últimos cinco años, la tasa de actividad de la población mayor de 55 años ha alcanzado el 52,45%, con un aumento de casi 1,2 millones de personas activas. “Queremos cuidar a las personas que quieren trabajar más allá de la edad legal de jubilación y hemos diseñado ventajas para incentivarlo”, añadió Saiz, subrayando la importancia de políticas que promuevan la flexibilidad y la colaboración intergeneracional.
El informe refleja que los mayores de 55 años superan ya en participación a los jóvenes menores de 30, con un millón de nuevos ocupados sénior en el periodo 2019-2024, frente a 456.000 en los jóvenes. “Aprovechar la experiencia y el potencial de las personas mayores es clave para afrontar los retos demográficos, económicos y sociales de la próxima década”, coincidió Mikel Torres, vicelehendakari del Gobierno Vasco.
Entre las mujeres sénior, el empleo ha crecido más rápido que entre los hombres, aunque el desempleo femenino también ha aumentado, lo que evidencia la necesidad de políticas de equidad laboral. “El talento sénior es un activo decisivo para el desarrollo económico y social”, afirmó Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos, destacando la importancia de construir trayectorias laborales largas y adaptadas a los nuevos retos.
El trabajo por cuenta propia mantiene un peso relevante entre los sénior, con más de un millón de autónomos mayores de 55 años, representando casi el 20% de este grupo de edad. “La integración del talento sénior no solo es una cuestión de justicia social, sino también una necesidad estratégica para la competitividad y sostenibilidad del mercado laboral”, añadió Torres.
El ‘V Mapa de Talento Sénior’ también recoge la percepción empresarial: el 91,9% de responsables de RRHH afirma que la edad no es un impedimento para contratar, aunque solo el 69,4% incorporó al menos un profesional sénior en el último año. “Crear contratos específicos, bonificaciones en la Seguridad Social y deducciones fiscales son incentivos clave para fomentar la contratación de mayores de 55 años”, apuntó el informe.
De cara a 2029, se espera que la población sénior de 55 a 69 años aumente en 1,2 millones, representando el 21% del total del país. Esto traerá más de un millón de nuevos empleos para mayores de 55 años, con un crecimiento femenino que reducirá la brecha de género y oportunidades para el trabajo por cuenta propia. “El envejecimiento de la población abre desafíos y oportunidades en la economía y el mercado laboral, y exige políticas que favorezcan la permanencia y productividad del talento sénior”.
