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La residencia aragonesa celebró el pasado 23 de agosto el primer encuentro entre residentes y familiares de niños prematuros, fruto de la colaboración solidaria e intergeneracional entre Orpea y Estelar.
Las familias participantes en las actividades del Proyecto Estelar tomaron el protagonismo en la jornada del pasado jueves 23 en la Residencia Orpea Zaragoza. Sus palabras de gratitud tuvieron una excelente acogida por los mayores del centro aragonés, que colaboran en este programa aportando su dedicación y cariño en la confección a mano de ropas y decoración para las UCIS de neonatos de la región.
El Proyecto Estelar nació en mayo de 2015 con el objetivo de humanizar la estancia de los bebés y sus familias en las unidades de cuidados intensivos neonatales. La organización, apoyándose en la desinteresada actividad de sus colaboradores y voluntarios, se ocupa de apoyar a las familias y los niños prematuros en esos momentos tan delicados. Para ello entregan a todos los niños prematuros un kit compuesto por arrullo, gorrito, manoplas y patucos, además de colaborar también con decoración infantil de la unidad.
Los mayores de Orpea Zaragoza se mostraron orgullosos y felices de colaborar con la iniciativa. Marisa Fernández, supervisora de auxiliares de la residencia, destacó la gran acogida de la experiencia por parte de los residentes, ya que incluso aquellos mayores que no suelen colaborar en los talleres, "cuando les explicamos en qué consistía el proyecto vinieron corriendo".
La colaboración con el Proyecto Estelar supone un ejemplo de cómo las relaciones intergeneracionales son vitales tanto para los más pequeños como para los más mayores. Así lo entiende Orpea, que promueve las relaciones entre los mayores de sus centros y personas de diferentes edades mediante actividades y proyectos como el recientemente iniciado en Zaragoza.
Una filosofía que tuvo palabras de agradecimiento por parte de Pilar Guallart, presidenta de la Asociación Estelar, que quiso agradecer personalmente a los mayores que de manera voluntaria contribuyen con su proyecto. Y también para la directora del centro Orpea Zaragoza, Sarai García: "Qué distinto es llegar a una UCI y leer Ánimo familia, al tiempo que observas detalles de color que invitan a la esperanza", subrayó.
