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Gipuzkoa impulsa la primera plaza de Europa concebida específicamente para prevenir y responder a las diferentes situaciones de soledad.
Este innovador espacio público, que comenzará a construirse en enero de 2026 en Beasain, se convertirá en un referente en la transformación del entorno urbano para promover el bienestar, la autonomía y la conexión social, especialmente entre las personas mayores y las diferentes generaciones. La configuración de la que será la nueva plaza Barrendain ha sido presentada hoy por la diputada general Eider Mendoza, la alcaldesa del municipio Leire Artola, la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Cultura de EHU, Marian Iriarte, Olatz Irulegi, arquitecta e investigadora principal del proyecto KALELAGUN, y Ana Asla, vecina de Beasain y participante en los talleres de cocreación que han sido fundamentales en este proceso de reurbanización.
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha afirmado que, teniendo en cuenta que tres de cada diez personas de más de 55 años se sienten solas, afrontar la soledad no deseada es "un tema prioritario" para la Diputación. Por ello, ha felicitado a las y los beasaindarras por haber abordado este desafío social "desde la innovación y la colaboración". “Uno de los factores de bienestar es vivir en comunidad, relacionarse con el resto. Esta nueva plaza será pionera, servirá de ejemplo para toda Gipuzkoa prioriza la interacción ciudadana, la intergeneracionalidad y el bienestar”, ha añadido.
La iniciativa nace del proyecto KALELAGUN, una guía de diseño que propone un modelo de transformación de los espacios públicos exteriores para mitigar las soledades y fomentar la participación comunitaria. Dicha guía es el resultado de una investigación multidisciplinar desarrollada por un equipo de la Universidad del País Vasco (EHU), promovida y financiada por la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de la Fundación ADINBERRI, en el marco de la estrategia HARIAK, centrada en abordar y prevenir las soledades.
La iniciativa KALELAGUN ha sido reconocida como buena práctica en el proyecto KORALE, que lidera la Diputación Foral de Gipuzkoa junto a otras cinco regiones europeas, y que busca que la soledad no deseada centre las políticas públicas de Europa.
Además del Ayuntamiento de Beasain, el proyecto ha contado con la colaboración de los consistorios de Arrasate y Donostia, convirtiendo a los tres municipios guipuzcoanos en laboratorios de prueba para definir criterios de diseño inclusivos, sostenibles y orientados al bienestar.
En Beasain, esta guía se materializará en una plaza real. En concreto, Barrendain busca garantizar las relaciones entre personas, la interacción activa con el entorno y la conexión intergeneracional.
El proceso ha contado con la participación de más de veinte investigadores y estudiantes de la EHU y de Caviar (Grupo de Investigación Calidad de Vida en Arquitectura), siguiendo un modelo de co-creación con agentes de la quíntuple hélice —academia, ciudadanía, administración, tercer sector y sector empresarial—, con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa y ADINBERRI.
La alcaldesa Leire Artola ha explicado que el proyecto abarcará 5.500 metros cuadrados, tendrá una duración de seis meses y un presupuesto de 1,56 millones de euros. Su objetivo es recuperar los espacios públicos para las personas y priorizar a quienes caminan frente al tráfico de vehículos. “La nueva Barrendain plaza será un símbolo de convivencia y comunidad en Beasain, y un paso importante hacia un pueblo más seguro, amable y cercano”, ha subrayado.
El diseño contempla áreas versátiles que permitirán tanto el uso espontáneo como actividades comunitarias, incluyendo la colaboración con el ambulatorio de Beasain para prevenir las soledades. Se apuesta por un entorno natural y cambiante: palmeras preservadas, plataformas de madera, árboles caducos y perennes, y parterres floridos.
El mobiliario también ha sido rediseñado para ofrecer comodidad y accesibilidad, priorizando materiales cálidos y una disposición que favorece la interacción intergeneracional. Un tótem informativo completará el conjunto.
Esta plaza se convertirá en un modelo urbano inclusivo, sostenible y humano, pensado para fortalecer los lazos sociales y el bienestar colectivo. Gipuzkoa aspira a ser motor de transferencia de conocimiento en urbanismo para afrontar el desafío de la soledad no deseada.
Además, la plaza se ha concebido como un espacio living lab, donde las personas puedan experimentar y co-crear innovaciones, siguiendo la lógica participativa e investigadora del proyecto. Actualmente, dispone de una estación meteorológica que mide 14 parámetros ambientales, como temperatura, iluminación y ruido.
“La nueva plaza fomentará las relaciones intergeneracionales y la convivencia entre personas de distintas edades mediante zonas de estancia, juego y actividades que equilibran ocio, cuidado y bienestar”, ha indicado la vicerrectora Marian Iriarte.